Un trimestre (a)normal #COVID19

Hemos cumplido un trimestre aquí en Lombardía (Milán, Italia) de confinamiento, aislamiento, cuarentena, de nueva normalidad...como se quiera llamar. Y con ello también, en mi caso, el fin del semestre y fin de curso.

¿Cómo puedo evaluar esta experiencia?

En lo personal me ha servido para medir mi capacidad de resistencia y ver dónde están mis límites. 

He intentado discernir comentarios y noticias sobre el COVID19, según si eran opiniones o una exposición de datos para encontrar alguna respuesta a mis dudas. Por ejemplo:

¿Llevar mascarilla o no? ¿qué cambia si estoy en la cola del supermercado y no puedo ver a una amiga? ¿qué sentido tiene llevar guantes y luego tocarme la cara? ¿qué tipo de mascarilla es mejor?

Aquí dejo un artículo que encuentro muy ilustrativo y que está como referencia en este otro

Hablando con amigos y amigas me he dado cuenta de que cada uno elige a quién creer y cómo actuar. Cada uno, en definitiva, toma un camino u otro para sentirse más tranquilo, sin embargo, nadie tiene la certeza de que esté haciendo lo correcto al 100%. 

Como he confesado por otros lados, de momento #yomequedoencasa y me tomo mi cortadito en mi cabaña, ya que la #desecalada todavía la veo llena de desniveles. 



A nivel profesional, qué puedo decir que no se haya dicho ya; por lo que he visto en los claustros, que se han creado en las RR SS, y en el sinfín de artículos que se han publicado en la prensa lo puedo resumir en: 

mucha presión, improvisación, mucho trabajo sin una clara retribución, aprendizaje continuo 24H/24H.  


¿Cómo me siento? Pues, en un laberinto:

Jardín "Giusti" Verona, Italia.







Tomando algunas referencias e intentando encontrar nuestro baricentro, por lo menos en nuestro trabajo comparto este artículo de @LolaTorres, que nos da algunas pautas como hoja de ruta. Creo que es muy útil dentro de todo este desasosiego.

He observado que toda la labor docente, que se ha realizado en mis grupos de trabajo y compartiendo experiencias con compañeros y compañeras más allá de la pantalla, se "ha tirado pa'lante" según nuestras competencias, sobre todo, por nuestra responsabilidad y profesionalidad. Con esto quiero decir que hacer razonablemente bien nuestro trabajo delante de un escenario improvisado a causa del estado de alarma que estamos viviendo, hemos sacado nuestras tablas, nuestras competencias docente, pero también las hemos puesto a prueba.
 
Ahora bien, todo esto, no es porque tengamos superpoderes, y hablo por mí, no me considero una superheroína, ya que no tengo habilidades extraordinarias como Superman o la Mujer Maravilla, ni tampoco poseo recursos de alta tecnología como Batman o Ironman. Solo soy una profesora que intenta hacer las cosas lo mejor que sabe:

mediante la formación continua, reflexión docente, creación de un entorno de aprendizaje enriquecedor. 

Creo que esto es lo primordial y no lo extraordinario. Eso sí, me enorgullece ver las muestras de apoyo a nuestro colectivo en las redes, y también es gratificante recibir algún que otro comentarios de mis estudiantes agradeciendo mi trabajo. 
Lo que quiero decir es que no veo lo excepcional en lo que debería ser la norma, es decir, mi trabajo lo hago según mis creencias y mis recursos, que las pongo en cuestión cada vez que comparto opiniones con mi entorno.

Para que podáis entender mejor os dejo el siguiente fragmento del guion de "Los Increíbles" que he extraído de este artículo:

Bob: Claro, es mejor pretender que nuestro pasado de superheroes jamás ocurrió (ironía)

Helen: No, pero lo que esta ocurriendo ahora en tu familia, te lo estas perdiendo. No puedo creer que no quieras ir a la graduación de tu hijo de 10 años

Bob: No es una graduación, es el paso de cuarto a quinto. Es psicótico, no paran de inventar nuevas formas de celebrar la mediocridad, pero cuando alguien es realmente excepcional...



Un abrazo a todos y todas y buena reflexión.
 


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