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| gracias a @Chus |
Esta foto me llegó a través de whatsapp, después de haber hecho público mi hartazgo con la entrada anterior de este blog y después de haber tenido diferentes charlas con amigos y compañeros, he visto las cosas de otra manera, ver que en este momento la hartura no ayuda, que lo importante es apartarse por un momento, recogerse y reflexionar.
He podido conciliarme con la escuela de mi hija cuando he entendido que todos estamos bajo presión y esto me lo ha hecho ver @vicenele junto a @imurua. He comprendido que si el equipo docente no ha reaccionado como me esperaba, no puedo echar más cizaña, que lo es importante es tender una mano...y esto lo he reforzado con el tuit de @c_magro https://twitter.com/c_magro/status/1247159728800706562
Dos ingredientes esenciales: mantener una cierta distancia para ver con mayor claridad el problema, y tejer una red social en la que se contribuya a mejorar las cosas y no a obstaculizarlas.
¿Sabes cuando se abre el telón y se te presenta un nuevo escenario? ¿o cuando pasas detrás los bastidores y ves todo la maquinaria que hay? Pues, es eso lo que me ha pasado cuando he leído "La fortaleza de la escuela está en su debilidad. Como no lo puede todo."
Así que, volviendo a la primera imagen, creo que voy cruzando la frontera entre la zona de aprendizaje y al de crecimiento.
Saldremos de esta experiencia más fuertes si lo vemos como una oportunidad de crecimiento, quizás la crítica constructiva haga falta pero dosificada.
Esta situación que estamos viviendo, Ximena, me refuerza la convicción anterior de la importancia de tejer y cuidar nuestras redes personales: las presenciales y las que tenemos en los mares de Internet, a veces unidas e interrelacionadas pero no siempre. Y cuando como ahora no se puede tirar de las primeras, tenemos las otras. "Virtuales", si acaso, por la relación mediada por tecnología; pero relaciones personales sin duda y, en muchas ocasiones, cercanas. Abrazos (que sé intuyes muy cercanos) desde el Botxo.
ResponderEliminarEs así, estoy convencida de que una actitud colaborativa, es decir, si cada uno pone un granito de arena para solucionar los problemas puede haber progreso. A veces, la parte pasional nos ciega, y es eso lo que me ha pasado. En el intercambio he podido ver las cosas de otra manera. Por eso, hoy, más que nunca, veo las comunidades "virtuales" como un gran apoyo, ya que, como dices tú son personales sin ninguna duda. Un abrazo de vuelta desde Legnano ;-)
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